MEJORAR EL PASEO

Ya hemos hablado que la hora del PASEO es uno de los momentos del día más esperado por nuestros perros. Es su momento de diversión y socialización que nuestros animales necesitan para que nuestra mascota esté feliz y equilibrada. Hoy te daremos unas consideraciones más que deberas tener en cuenta junto con el post anterior. También hemos dicho ya los ingredientes claves para un paseo de calidad y la importancia que tiene para nuestros perros: le permite disfrutar del exterior, aliviar sus necesidades y relacionarse con otros perros. Repetimos que ha de ser un momento de relajación y que si no son buenos, siempre acaban surgiendo problemas.

Entre todas las demás cosas que comentamos en el post anterior, una parte de la estructura del paseo debe incluir un lugar donde esté permitido para nuestro amigo estar suelto y permitirle explorar a su antojo (bajo nuestra supervisión, siempre) y que sea el gran momento después de una estructura de paseo y previo a la vuelta a casa de una manera calmada y estructurada. Así que además de los puntos que ya mencionamos hoy tendremos en cuenta los siguientes:

LA CORREA EN EL PERRO:

Comprar la correa de una mascota es uno de los momentos más esperados cuando tienes un nuevo integrante en casa. Para conseguirla te diriges a la tienda de mascotas y una vez allí seguramente te quedas alucinado por la gran variedad de modelos que tienes a tu alcance (nylon, cuero, extensibles, de adiestramiento…). Después de comprar tu correa con ilusión se la presentas a tu mascota pero los animales no suelen recibirla con mucho entusiasmo y por eso es muy importante que el producto que escojas sea el más adecuado y que responda a las necesidades de tu mejor amigo.
Normalmente no reparamos en la nueva situación que le sobreviene a nuestro perrete y, una vez en casa, le colocamos la correa con entusiasmo, abrimos la puerta y… ¡a pasear! Ya en la calle, tras un ratito de paseo, vemos que no funciona exactamente bien. Nuestro perro se para, no hace caso (aunque te lo haga en casa) y nuestro paseo placentero pasa a ser un agobio. ¿Qué ha fallado? Las expectativas humanas y caninas son distintas y esto ha generado gran frustración en ambos y, en casos más serios, incluso nuestra relación.
Hemos de saber que es posible que nuestro perro aprenda a entender que la correa es un elemento que necesita para salir a pasear y que si la respeta ¡tendrá su recompensa!

LA LEISHMANIOSIS

Seguimos con los post de parásitos y después de PULGAS y GARRAPATAS, hablaremos de MOSQUITOS:

Podemos decir que, salvo en toda la cornisa Cantábrica, la presencia del flebotomo (mosquito transmisor de la enfermedad) es absoluta en el resto de la geografía de la Península Ibérica. Los flebotomos son insectos de pequeño tamaño, de entre dos y cuatro milímetros de longitud (viuditas o beatillas). Son diferenciables entre el resto de los mosquitos a simple vista gracias a que tienen unas patas muy largas, sus alas son casi igual de largas que el cuerpo y cuando están en reposo las dejan abiertas en forma de “V”. Sólo las hembras necesitan ingerir sangre para el desarrollo de los huevos, por lo que son las únicas capaces de transmitir la enfermedad. En plena naturaleza estos mosquitos crían en aquellas zonas dónde se acumula materia orgánica y conserva una humedad relativamente alta.

En ambientes naturales, los flebotomos se reproducen en madrigueras de animales (conejos y ratas) y al pie de árboles y arbustos. Por otra parte, el hombre le ofrece una gran cantidad de hábitats como sótanos, leñeras, jardines, alcantarillas, basureros, granjas y un largo etc. en los que se han adaptado a vivir de manera óptima. Las hembras se alimentan de sangre de mamíferos y aves y a lo largo de su vida (30 días) puede picar entre tres y cinco veces aunque la mayoría muere después de la primera picadura y poner sus huevos. El ciclo biológico de este mosquito está muy influido por las temperaturas (entre 17 y 30ºC). Además se sabe que este mosquito pica en temperaturas entre 15 y 28ºC y con una humedad ambiente del 60% lo que suele coincidir con el atardecer y con el amanecer.

La mejor protección que existe a día de hoy contra la enfermedad son los collares de deltametrina (SCALIBUR) cuya eficacia se apunta que es superior a seis meses.