Una de las claves
fundamentales para tener un perro educado es cuidar mucho las
rutinas. Y es que el perro es un animal de rutinas, por eso cuando
las cambiamos pueden presentarse problemas de comportamiento o de
temperamento. Cuando un perro está acostumbrado a un horario ¡Llegan
las vacaciones y se lo trastocan todo!
Si viajamos o
incluso sin salir de casa pero estando más tiempo con nuestro perro
cambiamos la rutina habitual y, una vez se acaban las vacaciones,
nuestro perrete vuelve a encontrarse solo y de vuelta a la rutina que
ya ha sido alterada.
Ante todo no debemos
de perder la paciencia y si actuamos con previsión podemos gestionar
nuestros tiempos de adaptación para que nuestro perrete no se le
presente todo de forma inesperada. Debemos entender que no
podemos pasar de estar todo el tiempo con él a un buen día cambiar
de repente y volver a estar ausente muchas horas, sin apenas tiempo
para pasear y ya no digamos de JUGAR.