EL ESTRÉS EN LOS PERROS:


En el post de hoy dentro del apartado SALUD trataremos los síntomas, las causas más habituales y el tratamiento que se puede seguir para ayudar a tu mascota.

El estrés es la repuesta que genera el propio cuerpo del perro ante un estímulo, por ello hay dos tipos: positivo y negativo, aunque generalmente lo asociamos al concepto negativo porque es en este caso cuando nuestra mascota puede tener respuestas de huida o lucha (gruñir, ladrar, atacar…). Estas repuestas dentro del estrés negativo va a depender mucho de la situación, el manejo del dueño y del propio perro.

El estrés canino está influido por la adaptación al entorno como las necesidades de nuestra mascota (véase el apartado de por qué necesitamos elVÍNCULO) entre otros aspectos. Una de las causas más comunes del estrés canino es la mala socialización desde cachorros. Por ello, antes de seguir avanzando con la explicación, si la situación de estrés que se está generando es debido a que no has SOCIALIZADO a tu mascota correctamente consulta con un ADIESTRADOR CANINO. Él te dará las recomendaciones necesarias para tu caso.


Otras causas de estrés son los miedos y fobias que nuestras mascotas pueden haber desarrollado después de producirse una mala experiencia. No tratar a nuestra mascota como se merece también genera estrés y por eso damos tanta importancia desde BuffCan al PASEO y al VÍNCULO. Dicho esto, vamos a destacar algunos comportamientos que pueden ser la clave a la hora de darnos cuenta si nuestra mascota es feliz o está sufriendo estrés que se pueden dar de forma individual o conjunta y que pueden traducirse en un problema grave de salud que repercuta directamente en su bienestar.

  • Hiperactividad: perros que son incapaces de estar tranquilos y a la larga pueden empezar a mordisquear muebles o cualquier cosa para liberar su tensión acumulada.
  • Estereotipias: son movimientos repetitivos constantes que lleva a cabo el perro sin ningún objetivo como perros que se muerden la cola o que ladran sin parar.
  • Reactividad o huida: son esas respuestas de comportamiento exageradas. El perro suele sentirse muy incómodo ante una situación desconocida. Su conducta ha cambiado y tiene respuestas agresivas, tímidas, fobias o depresión de forma generalizada.
  • Salivación: el perro se relame y saliva de forma muy exagerada.
  • Falta de atención: el nerviosismo generalizado lleva a que el perro tenga dificultades para concentrarse, prestar atención o seguir una obediencia.
  • Jadeo: acompañado por lamentos y sonidos de tristeza (hemos de saber que el jadeo es el mecanismo que usa el perro para expulsar el calor del cuerpo).
  • Pérdida de pelo o peso: suele ocurrir en casos de estrés crónico en el que el perro empieza a sentirse afectado incluso físicamente por la situación que está sufriendo.
  • Tensión: se puede observar al animal más tenso y rígido de lo habitual.

Si has identificado estrés en tu perro y además tiene problemas de comportamiento es fundamental que consultes con un etólogo y/oADIESTRADOR CANINO. Dicho esto, intentaremos darte algunos consejos que puedes seguir si quieres reducir el estrés de tu perro:

  • Practica la obediencia para comunicarte con tu perro adecuadamente.
  • Utiliza el refuerzo positivo y evita la agresividad.
  • Potencia la confianza con tu perro y el vínculo.
  • Proporciónale un lugar tranquilo en casa.
  • No le obligues a relacionarse ni lo fuerces en las situaciones que le generan ansiedad.
  • Utiliza un ambiente enriquecido (como el Kong) cuando se quede solo.
  • Sácale a dar paseos más a menudo

Recuerda pasar un poco más de tiempo con él y pasear 90 minutos al día mínimo con paseos estructurados y conseguirás reducir notablemente sus niveles de estrés. Como decimos siempre en BuffCan: “Con disciplina, cariño y ganas de superación conseguiremos la auténtica identificación canina” ¡Ánimo!

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