EL PASEO

En este nuevo post me gustaría tratar un tema bastante trillado ya pero no menos importante. Para conciliar la vida de nuestros peludos con nuestras vidas domésticas y, por lo general, muy ajetreadas hemos de garantizar unos mínimos que estén cubiertos. Debemos garantizar un mínimo de tres paseos de calidad y productivos diarios: el nivel de exigencia irá a demanda de nuestro animal, ya sea por edad o por raza y nivel de energía, pero nunca pueden ser inferiores a media hora siendo uno (el que agrupe la actividad central del día) el principal y no será inferior a 45 minutos.

Además sabemos que el paseo ha de ser estructurado y con una implicación activa del amo, guía o dueño. Esto quiere decir que no sirve soltar a nuestro amigo peludo y que se apañe (tal vez en algún momento de la estructura del paseo… pero no como paseo… ya me entendéis) porque tenemos la obligación y la responsabilidad de cuidar, proteger y corregir a nuestro animal como personas responsables con él y la sociedad a la que pertenecemos. Así que tenemos que esforzarnos y conseguir que el paseo sea el arma que utilizaremospara fortalecer el vínculo que queremos desarrollar y mejorar continuamente con nuestro perro.


Ya hemos hablado de lo importante que es un buen paseo para conciliar y hacer más llevadera la vida a nuestros perros con nuestras vidas. Hemos destacado los tiempos mínimos para que podamos empezar a hablar de un buen paseo y hemos mencionado, también, que debe ser activo y vinculante. Todo esto tiene una razón de ser y es que si conseguimos desarrollar una buena estructura de paseo junto con unos hábitos adecuados conseguiremos que nuestro perro esté sano físicamente pero sobretodo emocionalmente, ayudándole a soportar los niveles de estrés y los tediosos ratos en los que se encuentra solo en casa. Estos momentos los debe aprovechar para descansar y trabajar el ambiente enriquecido que le habremos dejado (de lo que ya hablaremos en otro post) y poder esperar, así, nuestro regreso.

Acabaremos refrescando cuáles son los principales puntos que debemos conseguir para un paseo provechoso y estructurado. Primeramente el animal debe aliviarse, después pasear correctamente respetando las normas de obediencia, más tarde ha de liberarse dejándole olisquear o jugar e incluso correr y por último volver a la calma con un dulce paseo de vuelta a casa. Hemos de entender que el ejercicio físico y el contacto con la calle diario, así como nuestro cariño, es de vital importancia para la estabilidad mental y emocional de nuestros perros.

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