Después de la época
invernal, y del post FORMAS DE ALIMENTAR A NUESTRO PERRO, resulta imprescindible observar cómo se comportan las
pulgas y las garrapatas, parásitos externos de nuestro perro, que
hacen su aparición cuando el calor empieza a aparecer y cuyo
desarrollo depende en gran medida de las condiciones ambientales.
Podemos decir que las infestaciones por pulgas de los perros y del
ambiente en que viven son procesos frecuentes. Es sumamente
importante saber que las pulgas son responsables de la producción y
transmisión de varias enfermedades en el ser humano y sus mascotas.
La pulga que
ocasiona más problemas es Ctenocephalides felis, la pulga común en
el gato. El 92% de las pulgas encontradas en el perro son de la
especie felis. La pulga pasa por cuatro estadios en su desarrollo. Es
frecuente que nos preguntemos la razón de que, a pesar de utilizar
pipetas y collares en nuestros perros, algunos estén, por desgracia,
parasitados. La verdad es que no es lo mismo prevenir que curar.
Quiero decir que no es lo mismo instaurar un tratamiento para evitar
que las pulgas parasiten a nuestro perro, que acabar con ellas cuando
se han instalado en él y en el hogar. No es lo mismo evitar que las
pulgas se suban a nuestro perro que hacerlas, por así decirlo,
bajar.
Esto es fácil de
entender si os digo que, en cualquier momento, un 57% de las pulgas
son huevos, un 34% son larvas, un 8% son pupas y solo un 1% son
adultas. En función de la temperatura y de la humedad, su ciclo de
huevo a adulto puede verse completado en 12 días o tardar 174. De
ahí el planteamiento que hacía en la introducción. Podemos decir
que las condiciones ambientales ideales para que la pulga desarrolle
su ciclo en el menor tiempo posible son: 70% de humedad relativa y
35ºC de temperatura.
La pulga deposita
sus huevos (0.5mm) sobre el perro, desde dónde caen al suelo, y
entre uno y diez días después eclosionan, provocando la salida de
las larvas (2mm). Como tienen fototactismo negativo (huyen de la
luz), se desplazarán a los lugares más oscuros del hogar (debajo de
los muebles y/o electrodomésticos y entre las fibras de la moqueta o
alfombras). En el exterior se localizarán en zonas de umbría, y
debajo de los arbustos, árboles y hojas. Las temperaturas superiores
a 35ºC y por debajo de los 3ºC durante más de 40 horas al mes
también tienen efectos negativos para su supervivencia. Las larvas
se transforman posteriormente en pupas, estado en el que permanecen
de cinco a nueve dias. En este estadio y en el posterior, el de pupa
emergente, se encuentran protegidas por un capullo, que es sumamente
resistente a los insecticidas. Una vez que la pulga emerge, se
convierte en un parásito que se alimentará de la sangre del perro
en pocos segundos. Es capaz de taladrar la piel del hospedador y
succionar su sangre. Ingieren unos 14 micro litros de sangre al día.
La falta de este alimento (sangre) provocará su muerte en dos días.
Podemos decir que en cuanto la pulga adulta comienza a alimentarse de
sangre, comienza también su capacidad reproductiva. Los
acoplamientos entre machos y hembras se producen tras 8-24 primeras
horas. La puesta de huevos se puede prolongar durante cien días y
una hembra puede poner hasta dos mil huevos a lo largo de su vida.
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