VOLVER A LA RUTINA TRAS LAS VACACIONES:

Una de las claves fundamentales para tener un perro educado es cuidar mucho las rutinas. Y es que el perro es un animal de rutinas, por eso cuando las cambiamos pueden presentarse problemas de comportamiento o de temperamento. Cuando un perro está acostumbrado a un horario ¡Llegan las vacaciones y se lo trastocan todo!

Si viajamos o incluso sin salir de casa pero estando más tiempo con nuestro perro cambiamos la rutina habitual y, una vez se acaban las vacaciones, nuestro perrete vuelve a encontrarse solo y de vuelta a la rutina que ya ha sido alterada.

Ante todo no debemos de perder la paciencia y si actuamos con previsión podemos gestionar nuestros tiempos de adaptación para que nuestro perrete no se le presente todo de forma inesperada. Debemos entender que no podemos pasar de estar todo el tiempo con él a un buen día cambiar de repente y volver a estar ausente muchas horas, sin apenas tiempo para pasear y ya no digamos de JUGAR.


Para evitar en la medida de lo posible que haya un cambio tan radical hay que intentar seguir con las rutinas horarias de al menos comidas, salidas y DESCANSO. Puede ser complicado pero no hay nada como organizarse con previsión y, si conseguimos no alterar esto, la vuelta a la rutina será todo más fácil.

Otro punto importante es no llegar de las vacaciones antes de ir a trabajar ya que es importante que nuestro perrete no note tu ausencia de forma tan abrupta sino hacerlo de forma más gradual. Como hemos mencionado antes, el EJERCICIO FÍSICO y los juegos son fundamentales para la salud emocional de tu perro. Si es necesario, los primeros días postvacacionales debes dedicar más tiempo a estas actividades y con ello conseguirás prevenir COMPORTAMIENTOS INDESEADOS.

Los canes son animales sociales y que necesitan estar en contacto con otros seres, lo que no quiere decir que nunca se puedan quedar solos pero iría bien poner en práctica una serie de puntos para evitar que nuestros perros sufran ESTRÉS:

  • ACOSTUMBRARLO a quedarse solo, al principio será por un ratito y luego por estancias más largas para que nuestra ausencia sea algo natural.
  • EJERCITARLO como ya hemos dicho antes, la falta de actividad física puede repercutir en el estado de ánimo del animal, por lo que si antes de irte lo llevas a dar un buen paseo el perro necesitará un buen descanso y al menos durante unas horas estará TRANQUILO.
  • EVITAR LAS PRISAS es importante para no contagiar de ese estado de ánimo, de esos nervios, a nuestro perrete.
  • DEJARLE COMIDA Y JUGUETES justo en el momento que te vas de casa hará que tu perro asocie el hecho de que te vayas con algo “bueno” o “entretenido”.
  • HABILITAR UN LUGAR PARA EL DESCANSO tal como hablamos en el post anterior.

Resumiendo: intenta no alterar las rutinas horarias del perrete, dejar algunos días entre la vuelta de vacaciones y la incorporación de nuevo al trabajo y aumentar la actividad física para que toda esa ansiedad que pueda desarrollar sea canalizada mediante el ejercicio físico y a la vez realice actividades contigo porque ¡tu compañía y hacer cosas contigo es el mejor premio para tu perro!

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