En el pasado post sobre adiestramiento tratamos el tema del PASEO y lo importante que es para la salud emocional de nuestro perro, hoy además, quiero profundizar un poco en todo lo que desarrolla en tu perro, implica para vuestro vínculo y esconde detrás de si un buen paseo:
Para la vida en ciudad no se entiende un paseo con nuestro perro sin correa y la correa es la herramiento fundamental a tener en cuenta que hay que saber usar y controlar ya que va mucho más allá de su significado más simple: el de tener a nuestro perro atado. Aunque hay muchos tipos de correas que podríamos comentar, y no es la intención del post de hoy, hemos de saber que se crearon con distintas finalidades. Un manejo de correa
adecuado es la base para tener un perro obediente y que te haga caso
tanto atado como suelto. Mi fórmula consta de cuatro ingredientes:
1-
Un perro que sepa escucharte cuando tú lo necesitas. Sin su atención
no conseguirás nada.
2- Tú debes ser el centro del mundo de tu perro sobretodo si
va cogido con la correa.
3- Debes explicar a tu perro que si sobrepasa el límite de la
correa y se tensa ha de volver inmediatamente a ti.
4- El perro debe aprender que caminar con la correa destensada es un
ejercicio que le interesará muchísimo autorreforzandose por si
mismo.