ENFERMEDAD PERIODONTAL CANINA:


Son bastantes las enfermedades que pueden afectar a la boca de nuestros perros, pero vamos a centrarnos en las que vemos con más frecuencia, las infecciones bucodentales, se dividen en gengivitis (si afectan a la encía) y periodontitis (si involucra el hueso de soporte).

Algunas personas creen que los dientes están en las encías pero no es así. Los dientes están en el hueso. Las encías son una cubierta protectora sobre este hueso. En una boca sana, las encías abrazan los dientes como collares ajustados para prevenir que las bacterias y los residuos de comida invadan el hueso. Simplemente las encías protegen al hueso y el hueso sostiene los dientes. El diente que, además, sujeto a la encía por las fibras periodontales.

Rodeando la porción subgingival del diente existe cemento, que es la estructura dental a la cual se inserta el ligamento periodontal. El otro extremo de éste se inserta al hueso alveolar que rodea al diente. El ligamento periodontal suspende el diente en el interior del alvéolo, actuando como amortiguador de choques. Rodeando directamente el diente y recubriendo el hueso se encuentra la encía. Así que resumiendo, el periodonto se compone de cemento, ligamento periodontal, hueso alveolar y encía.


Con una higiene oral buena, una alineación apropiada de los dientes que favorezca las fuerzas normales de oclusión, la autolimpieza de dientes y encías, una buena salud sistémica, una dieta apropiada que proporcione una nutrición adecuada, y con comidas abrasivas, que contribuyan a la limpieza mecánica de los dientes y a que se ejercite el ligamento periodontal y la encía, los tejidos periodontales permanecerán sanos toda la vida. Sin embargo, cuando una o más de estas condiciones se altere, la placa se acumulará o se producirá una reacción deficiente o exagerada del tejido loca, con la consiguiente enfermedad aunque se verá más o menos afectado según el estado del sistema inmunológico del animal.

La sintomatología es muy variada, con síntomas inespecíficos: halitosis, cambios de comportamientos referibles a dolor oral crónico, como acicalamiento inadecuado, rechinamiento de dientes, vacilación para abrir o cerrar la boca por completo, menor masticación de juguetes, manoseo bucal, fricción facial, renuncia a realizar conductas de mordeduras aprendidas, cambios de personalidad, dificultades en la prensión, temor en la manipulación de la cabeza o boca o preferencia por alimentos blandos. El estornudo, secreción nasal unilateral e incesante lamido nasal, se aprecian a menudo en casos de enfermedad periodontal avanzada con fistulización oro-nasal.

Se ha comprobado que al mejorar la salud periodontal se mejora, además, la actitud y la calidad de vida. A un nivel más superficial, la halitosis es a menudo el problema que mueve a los propietarios a llevar al perro al veterinario. El mal aliento de nuestro perro se produce como consecuencia de la presencia de compuestos volátiles de azufre provenientes de la degradación de aminoácidos por bacterias de la placa dental. Los programas preventivos que eliminan la placa y evitan la degeneración de los tejidos que rodean la pieza dental evitan el mal aliento y mejoran la salud de nuestros perros.

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