Muchas veces los
propietarios sospechan que los adiestradores son conocedores del
botoncito que hay que tocar para que el perro se ilumine y se haga el
milagro. Eso no existe, no hay fórmulas mágicas. Lo que si existe
es el tiempo, la dedicación, el esfuerzo, la implicación y el
cariño por tu perro. Y sobre eso es dónde tenemos que trabajar.
El mito de que a los
perros se les ha de adiestrar a partir del año viene de los perros
guía o perros policía. Esto es así porque estos adiestramientos
son muy exigentes para el animal y se debe manejar animales
emocionalmente desarrollados y, claro está, por manos expertas.
La gente que nos
dedicamos a los perros empezamos a trabajar con los perros desde el
primer día. Pero no solo ahí, sino que ya en el vientre de la madre
se puede empezar a trabajar con el cachorrito… de ahí la
importancia de seleccionar un buen criador. Si la madre sufre estrés,
por ejemplo, puede transmitir esa adrenalina y cortisol al perrito…
y aún no ha nacido.
Los cachorros cuando
tienen dos meses, todos, acuden a la llamada… pero con siete u ocho
meses, que sean un poco despiertos, todos te van a fallar en la
llamada. Por ello es interesante adelantar trabajo para que cuando el
perro tenga seis meses falle mucho menos.
Para un adiestrador
trabajar con un cachorro de dos meses con cinco sesiones puede ser
suficiente para guiar al propietario hasta que el animal tenga seis o
siete meses, pero si dejamos que ese cachorrito haga un año, ese
mismo animal puede matar a un perro, morder a un niño y que su
propietario sea incapaz de dominarlo. La pena es que perros
absolutamente normales acaban teniendo verdaderos problemas
conductuales por falta de educación y adiestramiento.
¡Empieza a formarte
y disfruta de tu perro!
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