Si analizamos los
ancestros del perro podemos sacar muchas conclusiones de la conducta
alimentaria normal que tienen nuestros perros. La naturaleza de los
perros es omnívora como sus antepasados. Los perros domésticos
tienen tendencia a comer rápidamente pero este problema no tiene por
qué darse cuando un perro se alimenta en solitario, ya que no tendrá
que competir con nadie por su comida, con lo cual se podrá regular
la velocidad de ingestión del alimento. Es frecuente que nos
preguntemos cuántas veces debe comer nuestro perro al día, es
decir, la frecuencia con que debe ser alimentado. Pues bien, aunque
los familiares genéticos del perro sugieran que el mejor esquema
alimentario sería la alimentación intermitente, los perros son
capaces de adaptarse a cualquier régimen alimentario. Entre estos
regímenes se incluye la alimentación con porciones controladas, la
alimentación con tiempo controlado, o la elección libre del
alimento. La implantación de cualquiera de estos tres métodos
dependerá del tiempo de que disponga el propietario, el número de
animales a alimentar y la aceptación del método por parte del
animal.
La alimentación de
elección libre implica que siempre haya una cantidad extra de
alimento disponible en cualquier momento del día. Este tipo de
alimentación se basa en la capacidad del animal de auto regular su
ingesta para cubrir sus necesidades energéticas y nutricionales. En
otro artículo hablaré de los distintos tipos de alimento, pero el
más adecuado para este tipo de alimentación es el pienso seco, ya
que no se deteriorará tan rápidamente como el alimento enlatado ni
se seca tan rápidamente como los alimentos semihúmedos. Los perros
así alimentados consumirán cantidades pequeñas y frecuentes a lo
largo del día. Aunque este régimen es el más cómodo para el
propietario, puede provocar que pasen desapercibidos problemas como
la anorexia o el hiperconsumo. Si el descenso de la ingesta es debido
a un problema médico, puede haberse perdido un tiempo muy valioso
hasta que se diagnostique la causa. Por el contrario, el exceso de
consumo de alimento puede llevar a una obesidad futura. Si utilizamos
este método, notaremos que al principio nuestro cachorro comerá más
de lo que debe, pero en breve periodo de tiempo ajustará la ingesta
a sus necesidades calóricas. Es aconsejable que cuando se inicie al
perro en este método de alimentación le enseñemos un plato de
comida inmediatamente de que haya consumido su ración. La visión de
este alimento le ayudará a prevenir el atragantamiento la primera
vez que disponga de una cantidad extra de comida.
La alimentación
regular supone el control de la ración o del tiempo durante el cual
el animal tiene acceso al alimento. En el momento de la comida se
proporciona una cantidad abundante de alimento y se permite al perro
que como durante un tiempo fijo, más o menos 15-20 minutos. Esta
manera de alimentar al cachorro, hará dos o tres veces al dia, lo
que reducirá el hambre entre las comidas y minimizará los problemas
de conducta asociados con el alimento, como mendigar o robar. Es una
buena manera de alimentar a nuestro cachorro, pero en el caso de
tener un perro excesivamente glotón, supondrá que comerá de una
manera voraz para recibir más alimento durante el tiempo permitido.
Estos casos no son muy frecuentes y lo normal es que el perro adapte
el consumo de alimento a sus necesidades energéticas.
El otro método es
el de raciones controladas que suele ser el método óptimo en la
mayoria de los casos. Permitirá un máximo control sobre la dieta de
nuestro animal, ya que enseguida nos daremos cuenta de si nuestro
cachorro consume o no lo que en teoria debe comer. Este método
permite un control estricto del crecimiento y del peso para ajustar
la cantidad de comida. La ración total del dia, calculada sobre el
peso y la edad del cachorro en función de sus necesidades
energéticas, será repartida en dos o tres veces a lo largo del dia.
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