REACTIVIDAD DEBIDA A LA CORREA:

¿Sabes usar la correa? ¿Alguien te ha enseñado? ¿La correa sirve para que que tu perrete no se escape? Uno de los principales motivos desencadenantes de conductas agresivas y quizás el más fácil de prevenir es el uso incorrecto de la correa cuando PASEAMOS a nuestro perrete.

Con este tipo de problemas ocurre que normalmente nuestro perrete está atado con la CORREA y es cuando recurre a conductas agresivas e intimidatorias en relación a otros perros de la calle. Nuestro perrete suele gruñir, ladrar, saltar y tirar como medida intimidatoria hacia el otro perrete. Sin embargo suele pasar que si soltamos a este mismo perro, éste deja de presentar conductas agresivas y se muestra mucho más comunicativo con el otro perrete. Entonces ambos perretes se relajan y la interacción entre ellos es tranquila y sin conflictos (siempre y cuando no haya déficit de SOCIALIZACIÓN).

Cuando un perro presenta este tipo de conductas aversivas hacia otro perrete se les cataloga como perros reactivos. Reactivo no significa dominante ni nada por el estilo ya que el sentido de dominancia o macho A está obsoleto. Esto que estamos hablando es otra cosa, si cada vez que nuestro perrete se encuentra con otro perro percibe malestar físico como tirones o tensión, que le levanten del suelo de forma involuntaria (sobretodo en razas pequeñas) y a todo esto le sumamos el malestar y la preocupación del propietario porque no sabe cómo gestionar esta situación es lo que lleva al animal a desarrollar conductas AGRESIVAS inducidas por el miedo y la inseguridad de ambos, perro y dueño.


Para muchos dueños el problema es el animal pero si lo miramos con detalle ya veis que nuestro perrete solo reacciona al cóctel que inconscientemente le servimos. Y es que una vez tenemos al perro con fuertes niveles de ESTRÉS y en estado de bloqueo, seguramente tome una decisión desesperada y se genere la conducta reactiva. Un estallido que hace que el perro “se vuelva loco” y no haya forma de controlarlo.

Para corregir estos problemas lo ideal es que contactéis con un PROFESIONAL ya que sin la ayuda adecuada el problema se puede agravar. Aun así vamos a comentar unas claves a trabajar este problema: Lo principal es que el dueño se eduque en el correcto manejo de la correa y para ello debemos enfocarnos en cuatro puntos:

  • Confía más en tu perrete: si convertimos los paseos en una rutina agradable y placentera seguro que muchas de las situaciones conflictivas desaparecerán.
  • Mantén la calma: si nos mantenemos tranquilos frente a nuevas experiencias estaremos ayudando a nuestro perro a desarrollar HABILIDADES SOCIALES y practicar el LENGUAJE CANINO.
  • Usar correctamente la correa: entre muchas cosas es importante entender que muchas veces nuestro perro nos va a pedir ayuda porque no sabe cómo afrontar una nueva situación así que es nuestro deber guiar a nuestro perrete y proporcionarle la confianza y tranquilidad necesarias para descubrir sin temor el mundo que lo rodea.
  • Uso adecuado de herramientas: correas extensibles, collares de estrangulamiento, impulsos, arneses anti-tirones e incluso premios pueden ser artículos que más que corregir problemas de conducta los pueden agravar porque si no tenemos los conocimientos de cómo hacerlos servir lo único que vamos a conseguir, además de gastarnos el dinero, es bloquear antes a nuestro perrete y agravar el problema.

Pasear correctamente con nuestro perrete mejora la conducta general del animal y es que sabemos que un paseo agradable es muy beneficioso para los perros. Utilizar un espacio neutro, fuera de casa, para establecer relaciones sociales, aprender las normas de civismo, aprender paciencia y autocontrol ¡entre otras muchas cosas! Los DUEÑ@S deberían aumentar sus esfuerzos para aprender a mejorar el uso de la correa y conseguir así paseos tranquilos y agradables.

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