ESPECIALIDADES EN LOS PERROS DE TRABAJO: LA DETECCIÓN CANINA (II)

 Otro aspecto a tener en cuenta antes de trabajar son las consideraciones de seguridad dónde el guía ha de verificar cada ambiente que el perro va a investigar para asegurarse de que no hay nada dentro de ese ambiente que pueda herir al perro.

Dentro del entrenamiento hemos de saber que la cantidad de tiempo que un perro necesita para progresar es variable en cada ejercicio y diferente en cada perro. Por lo que la contestación que cada perro tiene al entrenamiento puede variar cada día dependiendo del perro, del guía o las condiciones medioambientales. Aún así, hay pasos que nos debemos asegurar:

  • Asociación de olor: se trata de condicionar al perro para que comprenda que un olor específico es lo que le lleva al premio. Para ello podemos usar asociaciones indirectas como el método clásico o bien asociaciones directas como la colonización.

  • Premios primarios: Hay que premiar al animal por el acto de encontrar y el guía debe continuar reforzando este concepto de premio aunque lo iremos diluyendo a una simple alabanza como estímulo puente para seguir trabajando hasta cerrar el ejercicio.

  • Indicación: Hay varios métodos usados por un perro para indicar el hallazgo. Los más comunes son el arañar, ladrar o sentarse/tumbarse. En el ladrido hay que tener en cuenta que puede causar agotamiento en el perro y, por lo tanto, menos capacidad de olfatear. El método pasivo, como sentarse o tumbarse, es el idóneo si hablamos de marcajes de sustancias explosivas.

  • Aumento de presiones / distracciones: La etapa final del entrenamiento en un perro detector es la ejecución de la detección en distintos ambientes y situaciones que causen conflicto en el animal, y siempre al nivel que el guía considere que el perro puede superar, como ruidos o gentío e incluso otros animales.

Ver: https://www.youtube.com/watch?v=te73GSt37vQ

Para lograr un aprovechamiento eficaz del olfato del perro en las labores de detección, el guía debe de tener en cuenta varias consideraciones como que la práctica continuada es el único método para mejorar y que, la naturaleza propia de cada animal, pide con frecuencia modificaciones en su adiestramiento.

El perro posee un sentido del olfato muy desarrollado, por ello forma parte de los animales con olfato a los que se les conoce como animales macrosmáticos. La nariz del perro está constantemente asediada por el medio que les rodea y aún así, es capaz de detectar un olor determinado en un lugar inundado de varios olores, es decir, es capaz de discriminar olores.

Esta aptitud de discriminación olfativa, constituye una de las características predominantes de su evolución, es esta la aptitud que un buen guía debe adiestrar si pretende utilizar al perro como rastreador de olores. Además, debe conocer la estructura y funciones del plano nasal de su perro, como el órgano vomeronasal (directamente relacionado con el sentido del olfato) o las células Globet, que humedece el aire que entra en la cavidad nasal y atrapa las sustancias.

También un buen guía debe ser consciente de aspectos como la dirección del aire, la volatilidad o la olorosidad a la que se enfrenta su can en las diferentes situaciones y, en la medida de lo posible debe actuar como facilitador del trabajo de su perro para que puede lograr una captura y recompensa que lo aleje de la frustración de un trabajo inconcluso.

ESPECIALIDADES EN LOS PERROS DE TRABAJO: LA DETECCIÓN CANINA (I)

 El sentido del olfato en un perro mejora en muchas veces al sentido oloroso de una persona. Básicamente, es absolutamente diferente, mientras un hombre tiene 5 millones de células olfativas, un pastor alemán puede tener 220 millones de células sensoriales olfativas.

Incluso puede haber diferencias de capacidad olfativa entre las razas de perros ya que está determinado que un Daschhund tiene unos 125 millones, cuando un Fox Terrier tiene 147 millones de células olfativas. También es relevante el tipo de hocico en los perros, ya que su olfato no es tan eficaz en perros chatos como en perros de hocicos largos.

Por ello la selección del ejemplar es muy importante dado el trabajo que se va a querer aplicar en él. Hay aspectos, entonces, que son necesarios tener en cuenta:

  • El tipo de raza

  • La edad

  • El sexo

Que algunas razas estén mejor dotadas que otras de una poderosa agudeza olfativa, tiene relación directa con:

  • La herencia genética

  • La inteligencia

  • El adiestramiento

Además, una vez hemos determinado con que ejemplar vamos a trabajar, éste debe mostrar:

  • Actitud posesiva

  • Actitud investigadora

  • Capacidad de concentración

  • Deseo de trabajo

  • Desensibilización medioambiental

Ver: https://www.youtube.com/watch?v=h1KT10s0oCw

Una vez tengamos todo esto, consideraremos el entrenamiento en obediencia como una necesidad que no debe estar por encima de la voluntad investigadora del animal, por lo que no puede ser un impacto negativo en la motivación del perro para trabajar. De hecho, creo que es mejor entrenar por separado en tiempo y situación la obediencia y la detección.

Después, podemos empezar a plantearnos el entrenamiento de descubrimiento básico. Para ello podemos elaborar fichas de trabajo en las que dejaremos registro de toda la información de la que dispongamos: fecha, lugar, tiempo de entrenamiento, sustancias tratadas y cantidades, condiciones ambientales y todo lo que consideremos relevantes como fallos o aspectos a mejorar. Estas anotaciones deberían ser revisadas antes de plantear la siguiente práctica para ir sumando una progresión positiva tanto en el animal como en el guía.

Ver: https://www.youtube.com/watch?v=BXFWsMAD4tM

TÓPICOS Y CREENCIAS:

Sería verdaderamente curioso poder conocer de dónde parten todas las afirmaciones y creencias falsas que los propietarios de perros comentan en las reuniones de parque, en las charlas de oficina, en los mercados… Ya que algunos propietarios transmiten a sus amigos del parque las más curiosas medidas educativas. A veces incluso las defienden a ultranza porque una vez creyeron que salvaron la vida de su perro, aunque fuera una coincidencia fruto de la casualidad.

Por ejemplo:

CUANDO NOS DEJAN:


Compartir la vida con otro ser vivo es una de las vivencias más enriquecedoras que podemos tener. No es posible poner al mismo nivel las relaciones que tenemos con un humano y las que se dan con un perro, pero tampoco hay que negar las similitudes que existen. Uno de los puntos que nos igualan es la muerte, que nos alcanza por igual. Perros y humanos viven la muerte y la separación, la sufren y finalmente la aceptan.

Podría parecer que cuando hablamos de relaciones perro-humano estemos hablando de algo complicado, especial o extraño. Ni mucho menos: para la relación perro-humano usamos las mismas herramientas y modos de funcionamiento cerebrales que los que utilizamos para las relaciones con otros humanos. Por eso la amistad entre nosotros y nuestros perretes aparece de forma natural para nosotros y para ellos.

Sabemos que la esperanza de vida de nuestros perretes es menos longeva que las nuestras. Esto implica que nos encontremos con emociones intensas, que no pueden medirse y que varia considerablemente de unas personas a otras. Es posible que alguien a quien la muerte de un perro con el que ha compartido 15 años de su vida le suponga emocionalmente mucho más que lo que para otra persona. Aún así, hemos de pensar que si hemos sido capaces de ser amigos fieles durante todas las etapas de su vida, probablemente hayamos ayudado a que su existencia haya sido feliz.

LA ANSIEDAD POR SEPARACIÓN

En estos días difíciles para todos, en los que la mayoría de nosotros hemos roto nuestros hábitos y cambiado por completo nuestros horarios seguramente hayamos alterado la rutina con nuestros perros, como por ejemplo la duración de los paseos, los lugares a visitar, los momentos de juego, etc. Otro aspecto importante a destacar y en el que queremos centrarnos en este artículo, es que debido a la situación actual estamos pasando mucho más tiempo en casa, algo que seguramente nuestros compañeros de vida agradecen, pero…¿Qué pasará cuando todo esto acabe?
Si tenemos un perro que hasta ahora estaba acostumbrado a pasar horas solo en casa y sin ningún problema emocional grave, sabremos que ellos normalmente utilizan este tiempo para descansar, relajarse, entretenerse con sus juguetes…pasatiempos saludables para ellos que hacen la espera de nuestra vuelta a casa más agradable. Evidentemente en estos ratos de “tiempo muerto” también experimentan aburrimiento, entre otros, y son los momentos en los que se suelen quedar dormidos o relajados.
No obstante, es posible que después de esta situación, en la que el perro ha estado acompañado por nosotros durante todo el día: no hemos salido de casa y hemos estado haciéndoles compañía durante más horas, la vuelta a la nueva normalidad sea un poco más complicada para ellos

FOBIAS CANINAS:

Todos los perros pueden tener sus “miedos” (igual que las personas), pero en ocasiones llegan a ser graves: si son incontrolables se considera que ha traspasado la barrera y los podemos calificar de auténticas fobias y requieren que actuemos para solucionarlos o al menos disminuirlos en lo posible.

Dependiendo del alcance del miedo o la fobia, el proceso puede durar bastante tiempo, pero si lo hacemos sin prisa y de forma gradual, sin someter al perrete a presiones innecesarias, conseguiremos un resultado completamente fiable y duradero. Para ello, necesitaremos el soporte de un PROFESIONAL, pero aún así, intentaré explicar de forma resumida las fases más importantes de la terapia.

Lo primero a trabajar es la desensibilización al estímulo, esto es una exposición controlada del animal a aquello que le da miedo. Se introduce suavemente el elemento que perturba (por ejemplo petardos, acustofobia) de tal forma que el perro prácticamente ni lo note, para que así, muy poco a poco, ir introduciendolo en el ambiente. Ésta es la filosofía de la desensibilización, siempre evitando el ESTRÉS ya que no podemos olvidar que el estrés es acumulativo y tiene efecto residual. Como hemos mencionado antes, dependiendo del alcance del miedo o la fobia, el proceso puede durar bastante tiempo, pero si lo hacemos sin prisa, de forma gradual y sin someter al perro a presiones innecesarias, conseguiremos un resultado completamente fiable y duradero en el tiempo. Repito, sin prisa porque hay muchos dueños que apremian a los profesionales a un mínimo de sesiones que hace inviable la terapia.

LA GESTION DE LA FRUSTRACIÓN

Hoy queremos tratar un tema que alguna vez, como dueños/as de nuestros perros, seguramente hayamos vivido: la frustración. Pero en este artículo no queremos hablaros de la frustración de nuestro perro (que también la sienten y la padecen) si no de la que sentimos nosotros como dueños/as.
Antes de nada, nos gustaría introducir un poco el concepto: La frustración es una respuesta de tipo emocional que tiene origen en un conflicto psicológico. Normalmente, este sentimiento es el resultado de una generación de expectativas no cumplidas, por simplificar mucho la explicación.
Durante nuestra vida nos enfrentamos a muchas situaciones que nos generan frustración y cuando educamos a nuestro perro (y creo que no me equivoco al afirmar esto) somos muchos los que nos hemos sentido así alguna vez. En primer lugar, cuando tomamos la decisión de llamar a un profesional y ponernos en sus manos para atajar un problema (o simplemente empezar con un adiestramiento básico), nuestras expectativas suelen ser bastante altas ¿me equivoco? Si no hemos trabajado nunca con profesionales del adiestramiento canino, algunas personas piensan que les vamos a solucionar su vida y la de su perro en pocas sesiones y que por el mero hecho de contratar estos servicios, tienen medio camino recorrido. No obstante, la frustración llega cuando vemos que nuestro adiestrador/a de referencia no tiene herramientas ni recursos mágicos que hacen que nuestro perro sea de diez en la tercera sesión. ¿Y cómo gestionamos esto?

JUEGOS DE OLFATO

El entrenamiento o juego con nuestro perro es algo que podemos hacer tanto en la calle, como en casa. Ante la situación que estamos viviendo actualmente, desde BuffCan queremos explicaros algunos ejercicios que podemos hacer en casa con nuestros perretes, y así aprovechar e interaccionar con ellos durante el día. Si tu perro está acostumbrado a un nivel de actividad en concreto, es posible que al sufrir un cambio en su rutina diaria, desemboque en algunas emociones difíciles de controlar para él, además de aburrirse fácilmente. ¿Qué podemos hacer?
Los juegos de olfato ofrecen a nuestro perro momentos de relajación, evitando el estrés y la ansiedad, además de otros beneficios. Si quieres saber más sobre el OLFATO EN LOS PERROS puedes ir a nuestro post en el que ampliamos esta información.
Queremos explicarte un par de juegos sencillos en los que el perro va a tener que utilizar su olfato para poder resolverlos:
  • PREMIOS ESCONDIDOS: Reparte premios por lugares diferentes de tu casa (comida apetecible para ellos). Empieza con escondites sencillos (al principio pueda estar delante) daremos una orden en la que inicie el juego como “Busca” y felicitaremos con un “Muy Bien” cuando lo encuentre. Puedes ir aumentando el nivel de dificultad a medida que tu perro entienda en qué consiste el juego.


  • JUEGO DE MANOS: Esconde un premio (puede ser un trozo de salchicha o algo que a tu perro le guste mucho) en una de tus manos, poniendo las manos detrás de tu espalda. Dale la orden SIENTA y muéstrale ambas manos cerradas. Cuando realice alguna señal para obtener el premio (darle con la pata o el hocico) abre la mano y si ha acertado dale el premio y refuerza con un “Muy bien”. En el caso de escoger la mano incorrecta, abre la mano y diremos un No suave (solamente informativo) y lo volvemos a intentar.
Puedes ir haciendo estos ejercicios un par de veces al día, además de comida puedes utilizar también algún juguete suyo o trozos de ropa.
El juego con nuestro perro hará que reforcemos nuestro VÍNCULO con él.

EL EQUILIBRIO EMOCIONAL EN LOS PERROS:

El bienestar de nuestros animales es un tema que nos preocupa a muchos, pero realmente son pocos los que se interesan en conocer a los peludos que aman. Esa falta de conocimiento nos lleva a incurrir en numerosos errores que van en contra de nuestros perretes.

El bienestar de nuestro perro no es solo sinónimo de salud física, sino que es fundamental que consideremos los aspectos psicológicos y de comportamiento. Los tres aspectos están interconectados y debe producirse un equilibrio entre estos conceptos. 

Estos factores mal entendidos dan como resultado animales muy estresados y con conductas no deseadas provocando, a corto y largo plazo, un deterioro en la calidad de vida de nuestros perretes y la nuestra. 

Tener un perro con todas las revisiones veterinarias, cariño y productos de la TV pero sin salir a la calle a pasear adecuadamente dará lugar a un animal que se verá lleno de estímulos a los que no sabe responder con normalidad por que su capacidad de relacionarse, desarrollarse e interactuar está menguada en una jaula de oro. 

¡Por esto desde BuffCan realizamos una labor pedagógica tanto en nuestros perretes como en sus dueños! 

EL EMBARAZO PSICOLÓGICO EN LAS PERRAS:

El embarazo psicológico en los perros , o también llamado pseudogestación o pseudoembarazo, consiste en tener los síntomas y signos de un embarazo real sin que la perra esté preñada.

El embarazo psicológico en las perras se inicia aproximadamente en un mes y medio o dos meses después del celo de la perra, sin que necesariamente haya existido una monta. Las perras creen que están preñadas debido a la acción de las hormonas que fabrican sus ovarios. 

El primer síntoma en aparecer en un embarazo psicológico es la subida de leche ya que los niveles de progesterona y estradiol aumentan hasta llegar al mismo punto que tendrían en caso de gestación. 

En general los síntomas desaparecen en 10 días y las perras vuelven a la normalidad sin grandes consecuencias físicas. Una minoría de los casos presentan problemas, bien por alteración del comportamiento o por producción excesiva de leche.

Uno de los cambios más llamativos en el comportamiento de las perras es que adoptan actitudes como si ya tuvieran cachorros. Llegan a adoptar muñecos o trapos y los cuidan como si fueran sus hijos. Se muestran más cansadas y alteradas, deambulan por casa sin rumbo fijo o tratan de esconderse

Como recomendaciones os diré que hay que evitar que las perras con pseudoembarazo se laman las mamas para sacar leche ya que ese comportamiento estimula que se vuelvan a llenar. También hay que sacarlas mucho rato de paseo y es conveniente retirar los muñecos adoptados. Un puñado de perejil administrado en las comidas inhibe los efectos de la progesterona.