El comportamiento
senil en los perros geriátricos puede dar problemas asociados con
algunas de las lesiones en el sistema nervioso. Afortunadamente
nuestros perretes cada vez viven más y la medicina veterinaria ha
evolucionado en función de este envejecimiento. Ahora no es raro ver
perros de talla pequeña que viven 16 años o de talla grande que
superan las 13 años aunque con achaques, claro está.
En la vejez son
muchos más frecuentes los problemas que denominamos como
alteraciones cognitivas, es decir, que afectan a las cosas
aprendidas. La mayoría de veces un veterinario solo podrá
paliarlas pero todo debe ser en pro de mantener la calidad de vida de
nuestros perretes. Algunos de estos problemas son un menor interés
por la comida, incontinencia, apatía, menor capacidad para recibir
órdenes, desorientación, alteraciones en los ciclos de sueño,
comportamientos compulsivos, menor tolerancia a quedarse solo,
temblores.
Está claro, como ya
hemos esbozado antes, que la media de vida de las razas medianas y
grandes es mucho más breve que la de las pequeñas, por lo que la
aparición de conductas extrañas relacionadas con el envejecimiento
no tiene una fecha determinada. Las enfermedades de huesos y
articulaciones, de los órganos de los sentidos, del sistema hormonal
y del urinario podría tener un componente genético. Los cambios en
el entorno del animal puede contribuir a alteraciones en el
comportamiento y a la aparición de problemas de conducta.