PERROS MAYORES:

El comportamiento senil en los perros geriátricos puede dar problemas asociados con algunas de las lesiones en el sistema nervioso. Afortunadamente nuestros perretes cada vez viven más y la medicina veterinaria ha evolucionado en función de este envejecimiento. Ahora no es raro ver perros de talla pequeña que viven 16 años o de talla grande que superan las 13 años aunque con achaques, claro está.

En la vejez son muchos más frecuentes los problemas que denominamos como alteraciones cognitivas, es decir, que afectan a las cosas aprendidas. La mayoría de veces un veterinario solo podrá paliarlas pero todo debe ser en pro de mantener la calidad de vida de nuestros perretes. Algunos de estos problemas son un menor interés por la comida, incontinencia, apatía, menor capacidad para recibir órdenes, desorientación, alteraciones en los ciclos de sueño, comportamientos compulsivos, menor tolerancia a quedarse solo, temblores.

Está claro, como ya hemos esbozado antes, que la media de vida de las razas medianas y grandes es mucho más breve que la de las pequeñas, por lo que la aparición de conductas extrañas relacionadas con el envejecimiento no tiene una fecha determinada. Las enfermedades de huesos y articulaciones, de los órganos de los sentidos, del sistema hormonal y del urinario podría tener un componente genético. Los cambios en el entorno del animal puede contribuir a alteraciones en el comportamiento y a la aparición de problemas de conducta.

LA AGRESIVIDAD CANINA:

Son muchas veces ya en las que me he encontrado perros con agresividad y en estos casos hay que ser muy responsable y consciente del problema.

El VÍNCULO que tenemos entre las personas y los perros crea una relación única, simbiótica, como en ningún otro caso de la historia. Los perros nos dan una compañía honesta e incondicional siempre, no conspiran ni actúan por despecho. Esto es un vínculo muy difícil de encontrar incluso entre personas. El VÍNCULO que nos une a nuestro perrete debe ser el incentivo para intentar comprender la agresividad y gestionar y tratar el problema. Nuestro trabajo será intentar convencer al perro que debe actuar de forma PRO-SOCIAL ya que si él se diera cuenta por si mismo no actuaria agresivamente. Es nuestra responsabilidad ética no combatir la aversión con aversión para resolver el problema.

Muchos dueños se quedan atascados y son ellos mismos los que evitan el proceso de cura ya que minan el reconocimiento del problema y el tratamiento del perro. Las personas solemos negar esta situación porque es horrible enfrentarse al hecho de que nuestro perrete es peligroso pero hemos de ser conscientes de que esto no resuelve nada. La negación es un problema complicado a resolver y tendemos a pensar que el comportamiento depredador o protectivo de un cachorrete es simpático y que tenderá a resolverse cuando madure o bien que con ADIESTRAMIENTO se corregirá el problema. Aunque aprender OBEDIENCIA puede mejorar nuestra relación con e perrete y ayudarnos a proporcionarnos un lenguaje común, en general, no son apropiadas para solucionar las PELEAS.

EL ADIESTRADOR vs EL EDUCADOR CANINO:

Las diferencias entre la educación y el adiestramiento canino son significativas, si bien hay funciones que se comparten, vamos a contrastar las diferencias más importantes:

Un adiestrador canino enseña trucos a los perros. Básicamente desde sentarse o no tirar de la correa, pero hay muchos más niveles hasta llegar por ejemplo a animales de rescate. Entonces hemos de entender que un adiestrador enseña al perrete a cumplir con una orden con el detalle de que debe ignorar las circunstancias en las que se le pide.

Simplificando mucho para tener una idea muy básica (aunque no hay que desprestigiar a nadie, menos el entrenamiento de un perro de rescate) el adiestrador enseñará a nuestro perro a cumplir, es decir, si el perro quiere ir a oler una farola no lo hará porque si está bajo una orden “ALLADO” permanecerá junto a ti. El dueño tiene poco que hacer en el adiestramiento de la mascota y luego lo único que deberá hacer es ir repitiendo las órdenes que el adiestrador le haya enseñado.

Un educador canino trabajará más con las emociones y estudiará el comportamiento en general con el perro. Si tu perrete tira de la correa el educador canino le enseñará a mantener la calma fuera de casa y así dejará de tirar en los paseos. Por lo tanto un educador intentará atacar el problema de comportamiento y para ello tendrá en cuenta el estado mental del perro y su situación familiar para trabajar. Por ejemplo los niveles de ESTRÉS que afectan al perrete y la COMUNICACIÓN con la familia.

CRIAR A UN BUEN PERRO

En el tema de hoy trataremos como debería ser la crianza de un perro que responda, que sea obediente, que sea sociable y en definitiva un BUEN PERRO. Los perros son animales fuertes que tienen tendencia a ser dominantes y esto es algo que está implícito en su carga genética que no podemos modificar. Por esto mismo debemos ser responsables y prever que no todas las situaciones con los perros van a ser positivas aunque por el contrario no tengan problemas con las personas. Exponer a un perro ante situaciones estresantes de manera controlada y que solucione positivamente o cometa errores es importante. No debemos olvidar que no son máquinas, son seres vivos que gestionan sus emociones de forma diferente a nosotros y reaccionan a éstas de acuerdo a dos factores: la carga genética, la crianza o el contexto ambiental, que es básicamente la SOCIABILIZACIÓN que ya hemos tratado en otros posts.

Teniendo claro esto y que cada perro actúa de manera diferente, aunque sean de la misma raza o de la misma camada, debemos comprender que juzgar a razas enteras por acciones de individuos desequilibrados no es justo. Por desgracia, hay personas que también cometen atrocidades y no por ello somo todos así. Generalizar no es bueno porque somos individuos únicos y genuinos, y nuestros perretes también. Hay que mencionar que hay varios pilares fundamentales que hay que tratar desde el principio en un cachorrete como la educación, la sociabilización, la habituación y el adiestramiento.